El Sabella jugador
(Sabella en River y la marca de Bielsa)
A principios de los ’70 un petisito,
oriundo de Barrio Norte, Capital Federal, la rompía nada más y nada menos que
en las inferiores de River. Un “10”
clásico que había ingresado en la sexta con 16 años, y que ya tenía rodaje
desde los siete en Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires. Había sido rechazado
primero por Boca y después por Racing debido a su contextura física. Le decían
“Cabezón”, o “Pachorra” por su serenidad, era Alejandro Sabella, el responsable
de conducir a la Selección argentina en Brasil 2014.
“Un zurdo de gambeta corta, con buen
regate, un buen enganche que no era muy rápido, ni tenía mucho gol, pero que
habilitaba bien”, lo describe el periodista Walter Nelson, quien compartía
picaditos con Sabella en el patio del colegio Guadalupe, en Palermo, a fines de
los ’60. “Un tipo inteligente, ordenado y responsable, un técnico adentro de la
cancha”, lo define a su vez Roberto Perfumo, compañero del “Mago” en River
entre 1975 y 1978. “Muy buen alumno, gambeteador, representaba seguridad con la
pelota”, nos cuenta Carlos Bilardo, su primer DT en Estudiantes de la Plata y
en la Selección argentina.

La figura de Norberto Alonso, el “10” titular indiscutido, no le permitía
afianzarse en el primer equipo, hasta que en 1976 el “Beto” emigró al Olympique
de Marsella y Alejandro logró la continuidad que esperaba.
Perfumo recordó detalles de aquella época junto al actual DT de la
Selección: “'Vení para acá, andá para allá', me decía. Discutíamos siempre.
Discutía conmigo que tenía el doble de su edad”. Y cerró: “Ya te das cuenta
cuando un jugador va a ser técnico, hasta en el vestuario”.
En River Sabella obtuvo el Metropolitano y el Nacional del ’75, y el
Metropolitano del ’77. Jugó 118 partidos y anotó 11 goles. Se despidió de Núñez
en 1978 cuando su pase fue adquirido por el club inglés Sheffield United a
cambio de 160 mil libras.


El buen juego y efectividad de ese
Estudiantes provocó la llegada de Bilardo a la conducción técnica de la
Selección, y la posterior convocatoria de “Pachorra”, que se produjo el viernes
18 de marzo de 1983. Debutó frente a Chile el 12 de mayo, en un empate 2
a 2 en Santiago. Entró a los 23’ del segundo tiempo en
reemplazo de Jorge Burruchaga. Fue el primer encuentro de la era Bilardo, una
era que se condecoraría con un campeonato del mundo en México ‘86, pero sin
Sabella entre sus filas.
Luego del debut, Alejandro disputó otros siete partidos con la celeste y
blanca, pero en ninguno deslumbró como para estar en la consideración del DT: un
amistoso frente a Paraguay, ida y vuelta frente a Ecuador en la Copa América
’83, tres encuentros contra Brasil, dos por Copa América ’83 y un amistoso. Su
último partido fue ante Uruguay, en una derrota por 1 a 0 en el Estadio Centenario de Montevideo, el 18 de
julio de 1984.

Sobrevino entonces su nuevo rol más allá de
la línea de cal, primero como ayudante de campo de Daniel Passarella y luego
responsable máximo en Estudiantes de La Plata y la Selección argentina.
Una comparación de aquel Sabella jugador y
el actual DT muestra su coherencia, la idiosincrasia con la que siempre se supo
manejar:
“Es muy prudente. Adentro de la cancha aparentaba ser un tipo muy correcto, muy medido en sus expresiones, contesta lo que tiene que contestar, no le vas a sacar una palabra de más. Esto no significa que no diga las cosas, las dice, pero nunca lo vas a escuchar con un exabrupto”, lo retrató Walter Nelson.
“Como técnico me
parece un reflejo de lo que es como persona, a la hora de ganar o perder
mantiene el equilibrio, no se muestra eufórico en la victoria, ni dramatiza la
derrota. Es un entrenador ordenado, e intenta que sus equipos sean también
equilibrados y, sobre todo, que tengan las características que él tenía como
jugador”, lo describió Omar Labruna, ex compañero en River y actual DT.
Alex Sabella
La llegada de “The
Magician” al Sheffield se dio en el medio de un boom de compras para reforzar
al fútbol inglés. Pero los dirigentes británicos, en un principio, no tenían la
intención de incorporar al lírico zurdo riverplatense, ni siquiera sabían de
él.
En 1978, post Mundial, el manager de
Sheffield United, Harry Haslam, decidió venir a Buenos Aires junto a otros
cabecillas de distintos clubes, para ver al joven Diego Armando Maradona. Antonio
Rattín, que aconsejaba a instituciones inglesas sobre jugadores argentinos,
pese a la fama de la expulsión de Wembley en el Mundial del ’66, fue quien les
había hablado de Maradona, pero vieron que la operación para llevárselo era muy
arriesgada porque se pedía mucho más dinero del que esperaban gastar. Entonces
Rattín los convenció de ir a ver un Boca – River por Mario Zanabria, pero en
ese “Superclásico” les llamó la atención el “10” riverplatense, Alejandro
Sabella, y los acabó de convencer el hecho de que sabía hablar inglés.
Alex terminó siendo un ídolo para “The
Blades”. “Era un extranjero, argentino, con pelo largo (medio “beatle” le
decían en aquellos tiempos), y zurdo con técnica muy sudamericana. Esto provocó
un impacto en un fútbol que era muy duro, más rápido, que buscaba más la
efectividad que el preciosismo”, nos cuenta el periodista Ezequiel Fernández
Moores, quien habló con Gary Armstrong, uno de los escritores de la historia
oficial del Sheffield United.
Esta experiencia fue de gran ayuda
para su vuelta, porque llegó un Sabella crecido, muy disciplinado en términos
tácticos, alguien que funcionaba siempre acorde con el equipo. Cierra Fernández
Moores: “Yo lo recuerdo claramente en el Estudiantes de Bilardo, era un
habilidoso en términos de equipo, no casualmente se convirtió en director
técnico”.
fuente: meistersports.blogspot
No hay comentarios:
Publicar un comentario